El jefe del Comando Central del Ejército de los Estados Unidos, el General Kenneth McKenzie, admitió este viernes que es poco probable que el bombardeo con drones que realizaron en agosto 29 en Afganistán haya matado a algún integrante de ISIS, por lo que derivó en la muerte de múltiples civiles.
“Ahora sabemos que es poco probable que el vehículo bombardeado haya estado asociado con ISIS o que fuera una amenaza directa a las fuerzas de Estados Unidos”, dijo en conferencia de prensa.