La economía mundial va rumbo a su crecimiento más rápido en más de medio siglo este año; sin embargo, las diferencias y las deficiencias podrían impedir que alcance sus niveles previos a la pandemia en el corto plazo.
Estados Unidos lidera la tarea en la reunión virtual semestral del Fondo Monetario Internacional (FMI) de esta semana, inyectando billones de dólares de estímulo presupuestario y reanudando su papel de guardián de la economía mundial después de que el presidente Joe Biden terminara con el “EU primero” de Donald Trump. El viernes se conocieron los datos de empleo de marzo que mostraron el mayor número desde agosto.
China también está haciendo su parte, aprovechando el éxito que tuvo el año pasado para contrarrestar el coronavirus, al tiempo que comienza a retirar parte de su ayuda económica.
Sin embargo, a diferencia de las consecuencias de la crisis financiera de 2008, la recuperación parece desigual, en parte porque el despliegue de las vacunas y el apoyo fiscal difieren a través de las fronteras. Entre los rezagados se encuentran la mayoría de los mercados emergentes y la eurozona, donde Francia e Italia extendieron las restricciones sobre la actividad para contener el virus.