El Juego de La Oca
Las crisis organizacionales son situaciones usualmente inesperadas que alteran el funcionamiento normal de una empresa, y pueden amenazar la imagen de la organización y afectar las relaciones internas o externas entre esta y sus públicos o sus miembros. Requieren medidas inmediatas y efectivas para evitar o moderar los daños, e intentar revertirlos en una oportunidad para el crecimiento y transformación laboral.
Algunas de las emociones más evidentes en un clima de crisis son estrés, confusión, sensación de descontrol, rabia y culpa. De igual modo, son frecuentes comportamientos como el apego a los patrones del pasado, disputas y, cómo no, la resistencia al cambio. En los contextos de crisis los líderes son una pieza fundamental para promover la motivación, brindar la seguridad y la transparencia necesaria para mitigar las reacciones adversas, y mantener un buen nivel de compromiso de los colaboradores.
Desarrollar una estrategia de liderazgo es clave para superar los acontecimientos, las emociones y los comportamientos que le acompañan. El primer paso, y lo más importante, ante un escenario crítico es registrar la situación, tomar posición y transformarla en actos positivos. Este gran desafío requiere una constante atención al cambio externo e interno para poder estar al frente, y brindar dirección, motivación y reconocimiento. El líder es el protagonista que ofrece la visión y establece el contexto para que los equipos de trabajo se movilicen hacia la acción propositiva.
A continuación, propongo cuatro destrezas claves de liderazgo, necesarias para emerger triunfante de cualquier escenario de crisis.
- Adaptabilidad
Para enfrentar la situación, los líderes se deben informar sobre el acontecer del entorno (tanto interno como externo), interpretar la información y ejecutar un plan de acción a partir del potencial latente en la organización. El líder identifica el valor añadido diferencial y establece los ajustes necesarios en la estructura interna, en la política empresarial y los procesos internos, para crear nuevas formas de realidad, a partir de los recursos de la organización.
- Empatía
La empatía es fundamental para construir el compromiso, la motivación y la colaboración entre el personal. Promueve el respeto, el apoyo y favorece a los vínculos interpersonales. Además, una lectura empática de la situación provee al líder de información valiosa sobre las expectativas y necesidades de todas sus audiencias: colaboradores, clientes y stakeholders.
- Comunicación
La comunicación clara, concisa, honesta y congruente brinda la seguridad y la transparencia necesaria para definir el campo de acción y establecer una hoja de ruta. Así mismo, reduce los rumores que aportan al desconcierto y desmotivación de los colaboradores.
- Persuasión
Si el líder ha sido capaz de hacer una lectura del escenario de crisis, ha identificado el potencial en la organización, ha escuchado a sus diferentes audiencias, ha ideado un plan de acción y ha sido congruente entre aquello que comunica y aquello que hace, la persuasión vendrá de forma natural. Al ser parte íntegra del proceso, el equipo logra identificarse con el propósito del cambio y estará listo para comprometerse con la dirección hacia la acción.
Una vez superada la crisis, recuerde que es importante hacer un análisis posterior. Vale la pena preguntarse: ¿Qué fue lo que se hizo? y ¿cuál fue el resultado? El aprendizaje poscrisis es fundamental para tomar las medidas necesarias y mejorar el plan de gestión de crisis para eventualidades futuras