Entre el año 600 y el año 900 de nuestra era se construyó esta importante zona arqueológica que, de acuerdo con la información obtenida hasta el momento, pudo haber pertenecido a distintas culturas ya que la zona era un territorio fronterizo entre las culturas mesoamericanas y las de Aridoamérica.
Además de ser la zona arqueológica más grande del estado pues ocupa alrededor de 35 hectáreas, Plazuelas llama la atención pues fue construida en función del espacio y la naturaleza con el objetivo de perturbar lo mínimo posible el paisaje.
Cuenta con diversas construcciones, muchas de las cuales se encuentran en remodelación, pero es posible intuir que la zona era utilizada por distintos grupos culturales como lugar de rituales ya que se encuentran varias canchas de juego pelota.
El tradicional juego de pelota consistía en aventar de un extremo a otro una pelota grande y pesada hecha completamente de cuero. Sin embargo, estaba prohibido tocar la pelota con las manos o con los pies, por lo que únicamente se podían utilizar los codos y las caderas.
Aquel que no pudiera responder al golpe de su contrincante, perdía. Sin embargo el ganador podía ser sometido a un sacrificio ritual para los dioses en el caso de algunas culturas mesoamericanas. Esto debido a que ser sacrificado no era un castigo sino un trofeo pues acercaba al sacrificado a los dioses.
La zona continúa siendo investigada por los especialistas para descubrir más construcciones que continúan bajo tierra.
Vale la pena recordar que en la zona norte del país habitaban culturas que, debido al terreno agreste, no se establecían de manera permanente en una sola región sino que constantemente cambiaban de territorio por lo que se dedicaban más a la caza y a la recolección que a la agricultura.
Por su parte, en la región centro y sur del actual México, las culturas era sedentarias debido al desarrollo de la agricultura.